Los pasados meses de marzo y abril tuve el honor de organizar la exposición «La radio: Un viaje en el tiempo» en la sala de exposiciones Francisco de Goya de la UNED (Universidad de Educación a Distancia) de Barbastro (Huesca). Gracias al apoyo y colaboración de la misma UNED, la muestra contenía un recorrido cronológico por la historia de la radio con especial atención a sus protagonistas y a los receptores que hicieron posible su llegada a todos los hogares. Pensada para estudiantes, escolares y público en general, los receptores de época expuestos pertenecían a la colección privada de Juan Bruballa y también ofrecimos una pequeña muestra de Radios en miniatura. El diseño expositivo y material gráfico fue realizado por Luis Santamaría y los textos y documentación por Belén Laplana.
Cartel anunciador de la exposición.
Vista general de la exposición.
La exposición «La radio: Un viaje en el tiempo» ofrecía un repaso histórico por los receptores de radio desde su nacimiento hasta finales de la década de los 50. Un paseo recordando las innovaciones tecnológicas, los cambios en el diseño de los aparatos y todo aquello que convirtió la radio en un medio de comunicación de gran éxito en el mundo.
Plano de la sala de exposiciones y distribución.
La primera parada de la exposición, nos llevaba a descubrir a los conocidos como «padres de la radio», desde James Clerk Maxwell con la teoría de la radiación electromagnética, pasando por los descubrimientos de Guillermo Marconi, Aleksander Popov, Nikola Tesla o Reginald Aubrey Fessenden, entre muchos otros. Tras este primer acercamiento nos adentramos a observar diversos aparatos de radio galena, considerado como el primer aparato de radio de la historia, con varios ejemplos -algunos de fabricación casera- que iban desde principios del siglo XX hasta los años 40.
Muestra de aparatos de radio Galena.
A continuación, en los años 20 la técnica avanza muy rápido y la gran dificultad de escucha que suponían las radio galena, ya que solamente se podían escuchar con auriculares, se ve solucionada con los altoparlantes. Comienzan a aparecer las primeras radios de lámparas que funcionan con corriente eléctrica o baterías. De esta década son las radios de cofre, unas cajas rectangulares o cuadradas cuyo interior aloja las válvulas y todos sus componentes y se complementaban con altoparlantes de trompeta o de altavoces de pie o de caja instalados fuera del aparato. En la exposición «La radio: Un viaje en el tiempo» pudimos ver algunos ejemplos míticos de marcas como Atwater Kent, Philips o CGE Osram.
Radio Atwatter Kent 20 y Altoparlante Atwater Kent E 8670 (1924) y altoparlante Philips 2113 Lautsprecher (1929).
Tras esta década en la que los grandes altoparlantes eran protagonistas, la exposición proseguía con una sección dedicada a la década de los años 30 y 40, en la que se da una gran evolución técnica y estética. Los aparatos de radio de los años 30 representan la unión de un conjunto de esfuerzos por alcanzar la perfección, orgullo de unos técnicos y artesanos irrepetibles. Uno de los avances más relevantes es la incorporación del circuito superheterodino, el mando de sintonía único y el altavoz electrodinámico. Los muebles adquieren gran relevancia y se construyen de maderas nobles en distintos
estilos entre los que destaca el denominado capilla, uno de los más reconocidos por el gran público. En la muestra además de los famosos aparatos de capilla de Philips, se pudo también apreciar un receptor de radio con mucha historia: el Volksempfänger VE 301, la llamada «radio del pueblo”, creada a petición del ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels para que el mensaje de Hitler llegara a todos los hogares.
Aparatos de radio de los años 30 expuestos: Radio General Electric (1933), Atwater Kent Ac 165 (1933), radio Volksempfänger V301 (1935) y radio Philips 930 A (1931).
Siguiendo los pasos de la historia, la exposición continua con los aparatos de radio de los años 40, una década en la que la demanda de información provoca que aumente la producción y que aparezcan muchas industrias dedicadas a la radioelectricidad. El dial muestra decenas de emisoras y la madera se cambia por baquelita, una sustancia plástica sintética, que permite un rápido modelado. Asimismo, los receptores comienzan a reducir su tamaño y a variar la disposición de sus componentes. Es en esta época cuando el circuito superheterodino de cinco o seis válvulas se consolida y tiene una gran recepción y cobertura.
Aparatos de radio de los años 40 expuestos: Radio Zenith Transoceanic 8G05 (1949), radio Philips A 48U (1942), radio Philips BX 290, radio Tesla 308 U (1948), radio Marconi 49 (1947) y radio Murphy A104.
La siguiente área fue, quizás, la más entrañable para aquellos que ya tenemos una edad y recordamos a toda la familia reunida en torno a un aparato de radio en casa. Los modelos de aparatos de radio de los años 50 nos transportan a la magia de las radionovelas, el entretenimiento que viene en forma de ondas. Los receptores de radio de esta década crecen en tamaño y los modelos de alta gama incorporan dos altavoces y tocadiscos. En esta época aparece un nuevo material, el plástico, que desbanca a la madera y a la baquelita. Además, en esta época se desarrolla un nuevo tipo de válvulas en miniatura que facilita que se construyan aparatos de todos los estilos y colores, receptores caprichosos y de siluetas estridentes. Entre ellos destacan modelos como el Pulgarcito, el Periquito o el Telefunken Romancero 954C, que pudimos ver en la exposición celebrada en Barbastro, entre muchos otros modelos de radio de los años 50.
Radio Anglo M70 (1959) junto con elevador y reductor de tensión en su estante tal como se instalaban en esa época, radio Philips LE 443UB (1955) Radio Iberia A71(1933), radio Metz (1954), radio Continental (1954), Radio Porfin (1955) y radio Murphy A272.
Radio Philips HE 564, Radiogramola (1957), radio Periquito (1954), radio Pulgarcito Super II (1950), Radio Telefunken 1065V (1955), radio Telefunken Romancero 954C y radio Radiocapte Célard (1954).
Finalmente, el recorrido nos llevaba hasta la aparición del transistor y con la radio integrada en otros aparatos hasta hacerse casi invisible: en el equipo de música, en el coche, en el walkman… y, como no, con la era digital, la revolución en el mundo de la radio gracias a los podcasts y sus aplicaciones en el móvil y en el ordenador.
RADIOS EN MINIATURA, TAMBIÉN PROTAGONISTA
Por otro lado, la exposición contó con una pequeña muestra de mi colección de radios en miniatura, que los seguidores de este blog ya conocéis bien, pero qué recibió una gran acogida por parte de los visitantes, especialmente del público más joven y de los amantes del mundo de la radio.
Son 21 los aparatos de radio en miniatura expuestos, reproducciones de marcas como: Radiomarelli 5, Tesla Talisman, Watt WR115, Roland Brand VE 301, Radiopron V5, Pulgarcito, Adissón 5 F, Watt Vittoria, Philps 930A, Philips 830A, Allochio Bachino 53, Erko AD 36, Anglo 70, Askar AE 1432, Telefunken 342 Marconi 1531, Emerson BA 119, Emerson AX 235, Geloso 26, Savigliano 80 y Mla 18.
También quisimos hacer hincapié en la historia de la radio en la ciudad de Barbastro con un panel explicativo donde se analizaba la importancia de este medio de comunicación en el desarrollo local, con especial mención a las personas que la impulsaron y cómo fueron aquellos inicios.
Además, cumpliendo con el objetivo didáctico de esta exposición en torno al mundo de la radio, se proyectaron diversos contenidos audiovisuales y radiofónicos que permitieron, más si cabe, envolverse de la magia de aquellas sintonías ya casi olvidadas.
Y como colofón final, la exposición se convirtió en estudio de grabación para escolares de la zona, que pudieron sentirse todos unos profesionales del medio grabando sus propios programas de radio, que se emitieron posteriormente en las radios locales de la ciudad.
CONCLUSIONES
La exposición «La radio: Un viaje en el tiempo» fue una experiencia única, tuvo mucho éxito ya que obtuvo más de 2.200 visitantes, con cuatro visitas guiadas para el público más interesado y especializado. Quiero hacer una mención especial a los centros escolares de la ciudad e institutos de secundaria y de bachillerato tanto públicos como privados que demostraron tanto interés por la radio con su asistencia en visitas concertadas. La radio ha demostrado que sigue presente.
Como organizador y coordinador me siento orgulloso y muy satisfecho por los apoyos y las respuestas recibidas. Como técnico y apasionado por la radio, era un compromiso homenajear, dar a conocer esos aparatos de radio y situarlos en el lugar que les corresponde.
¡Muchas gracias a todos!
Os dejo con algunas fotografías más de lo que dio de sí la exposición:
Zona de recreación con la radio Emerson 32 del año 1934.
Esquema de un receptor de radio de circuito superheterodino, con todos sus componentes en orden de funcionamiento, desde la alimentación hasta la salida por el altavoz. En la mesa, un aparato en reparación, con generador de frecuencias, comprobador de válvulas y tester.
Estudio de grabación utilizado por Radio Huesca en los años 60, compuesto por grabadora de cinta de bobinas, grabadora a cassette, micrófono, mesa de mezclas y plato giradiscos.
Proyector de cine Debrie 16 m/m de los años 50.
. La historia de la radio en Barbastro: Ricardo Anguera en su taller, don Manué con su programa «Operación Pañuelo» y autobús publicitario.
Inauguración de la exposición.
Una de las visitas guiadas.
Agradecemos su visita a Pilar Martínez Costa (Universidad de Navarra), Luis Miguel Pedrero (Universidad Pontificia de Salamanca), Gorka Zumeta (ESIC) y Ángel Mancebo (UNED).
Créditos de la exposición:
Coordinador de la exposición: Manuel Laplana · Colección de aparatos antiguos: Juan Bruballa Diseño expositivo: Luis Santamaría · Contenidos y redacción: Belén Laplana · Coordinadora de sala: Clara Abós · Audiovisuales: David Asensio · Agradecimientos: Juan Carlos Ferré, Francesco Romoli, Antonio Latorre, Jesús Cortijo, Toni Buil, Joaquin Buil.