En los primeros años de la radio, la década de los años 20, encender la radio era como adentrarse en un mundo desconocido. La radio era un medio sin reglas ni leyes establecidas. Las personas que hablaban delante de los micrófonos, todavía no habían desarrollado una profesión específica, eran aficionados o simplemente voluntarios que improvisaban los primeros programas. Se daba la circunstancia de que en la mayoría de los casos, quienes no creían en este medio de comunicación eran precisamente las personas que trabajaban en él.
Las familias norteamericanas se reunían en torno a la radio para escuchar sus programas favoritos . Años 20.
Tendrían que pasar varios años para creer en el concepto de la radiodifusión y comenzar las programaciones. «Es impensable que la llamada caja musical sin cables tenga valor comercial» «¿Quién querría pagar por un mensaje que no es enviado a nadie en particular?» Era la respuesta de los inversores cuando se pedían mayores inversiones para la instalación de más emisoras de radio. Se trabajaba con firmeza con la hipótesis de que los ingresos por publicidad superarían ampliamente los gastos.
A la ausencia de programas se sumaba la poca profesionalidad que no permitía saber a qué hora y en qué frecuencia sería posible seguir la emisora de un programa. El medio radiofónico fascinaba, lo importante era encender el aparato y sintonizar emisoras, escuchar noticias o música era una cuestión secundaria. En 1923 la situación cambia, la diferencia entre emisoras profesionales y aficionados fueron más distantes y las estaciones de más entidad empezaron a desarrollar algo parecido a una programación radiofónica, ya tenían sus horarios y frecuencias establecidas. Los programas más extendidos eran los musicales, desde espacios de variedades estructurados en torno a las orquestas de moda, música clásica o ligera, boletines meteorológicos y noticias, aunque la información seguía siendo minoritaria respecto al entretenimiento.
En 1924 George Gershwin (en la imagen Con Fred Astaire y Gingers Rogers) compuso la Rhapsody in blue, grabada con la orquesta de Paul Whiteman. Esta pieza se convertiría en una de las más transmitidas por la radio a finales de los años 20.
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